FEDERICO CHOPIN. GRAN MUSICO Y GRAN ENFERMO

Federico Chopin es reconocido universalmente como uno de los más grandes músicos de la historia. Nosotros no vamos a entrar en su historia musical, bien conocida y que nuestros lectores pueden encontrar en medios especializados. Aquí solamente vamos a recordar su biografía, subrayando especialmente los episodios de su mala salud, mala salud que progresivamente fue agravándose hasta producirle la muerte a una temprana edad.

A Modo de Advertencia

Chopin es considerado como un músico polaco. Pero, en realidad, durante toda la vida de este músico (desde 1810 hasta 1849) Polonia no existía como país independiente. Nación con larga historia, el cristianismo entró en Polonia en el año 996, participó en alguno de los episodios más importantes de la historia europea. Así en el siglo XVII el rey de Polonia Juan Sobieski acude a rescatar Viena asediada por las tropas otomanas que son derrotadas y rechazadas. Este episodio marca el final del dominio turco en territorio europeo. Pero en 1792 sus voraces vecinos deciden dar fin a su independencia y el territorio polaco se reparte entre Prusia, Rusia y el Imperio Austro Húngaro.  En 1797 Napoleón Bonaparte derrota a las potencias ocupantes y establece en Ducado de Varsovia, territorio bajo la tutela de Francia y en el que el idioma francés iba a ser oficial. Tras la derrota de Napoleón, en el congreso de Viena se  restablece el orden anterior. De nuevo Prusia, Rusia y Austria Hungría se reparten el territorio. No sería hasta 1918, al finalizar la Primera Guerra Mundial, cuando Polonia vuelve a constituirse como país independiente.

A pesar de no existir como nación política, Polonia seguía existiendo como nación espiritual. Sus habitantes se consideraban polacos y su idioma materno era usado habitualmente entre ellos. El mismo Chopin, que nació en tiempos del Ducado de Varsovia, siempre se consideró polaco. Aprendió el francés de niño pero nunca llegó a dominarlo. Incluso en su dilatada  estancia en París, en cuya sociedad se asimiló fácilmente, no llegó a hablar el francés de forma fluida. Viajó primero a Viena y después a París siempre con pasaporte ruso.

El Comienzo

Federico Chopin nace el 1 de marzo de 1810 en un suburbio de Varsovia llamado Zalazowa Wola, pero al poco tiempo toda la familia se traslada a la capital. Su padre, Nicolas Chopin, trabajó algún tiempo como contable y más adelante, en el Ducado de Varsovia fue profesor de francés que era la lengua oficial. Su madre, Justyna Krzyzanowska, hija de una familia noble venida a menos, tocaba el piano con buen gusto. Hemos de aclarar que muchos de los documentos sobre la vida de Federico Chopin se han perdido y no han llegado hasta nosotros. Dos guerras mundiales, una sublevación local y tal vez alguna pérdida mal intencionada han tenido la culpa. Por ello muchos de los datos han sido reconstruidos por medio de la correspondencia de Chopin con sus contactos y alguna actuación ha tenido que ser deducida de forma indirecta.

Federico fue un niño de complexión débil y enfermiza. Creció muy protegido por su familia, que era muy tradicional y religiosa. Un ambiente musical reinaba en su casa pues su madre tocaba el piano y su hermana mayor, Ludwika, también tocaba el piano. Federico se inicia en el piano de la mano de su madre y desde el principio muestra una gran habilidad en el teclado. A los seis años ya tiene un profesor particular de música.

Su padre no quería que Federico se convirtiese en un típico niño prodigio dedicado a dar conciertos desde su más tierna edad. Consideraba que su hijo debía ser un muchacho como todos los demás. En aquellos tiempos, Franz Liszt, que tenía un año menos que Federico y que con el tiempo sería uno de sus mejores amigos, ya daba conciertos de piano con gran éxito. Pero Federico a los trece años ingresa en el Liceo de Varsovia para seguir una educación convencional. A los diez y seis años  tiene que decidirse por ingresar en la Universidad o en el Conservatorio. Su padre se inclina por la Universidad pero Federico, apoyado por su madre y por su profesor de música, ingresa finalmente en el Conservatorio de Varsovia. Para no contrariar a su padre, con el que tuvo una magnífica relación toda su vida, también tomó algunos cursos en la Universidad.

Ya entonces la salud de Federico Chopin no era buena. Es posible que ya hubiese tenido contacto con la tuberculosis que era una enfermedad muy extendida. Se piensa que una cuarta parte de la población europea estaba infectada en mayor o menos grado. Por si acaso a Federico le pusieron un tratamiento reconstituyente a base de café de bellotas, tisanas variadas, mucha comida, fruta fresca y algo de vino dulce. En 1826, a los diez y seis años de edad sufre un episodio de inflamación de la garganta y amígdalas y fue tratado con sanguijuelas. Su hermana menor, Emilia, sufría de tuberculosis en un estado avanzado por lo que la familia decidió, como último recurso, llevarla al balneario de Bad Reinez en Silesia. Por si acaso, su madre también llevó a Federico pues el régimen del balneario solo podía hacerle bien. Finalmente Emilia moriría de tuberculosis a los catorce años de edad.

Que era la tuberculosis en tiempos de Chopin.

La tuberculosis era una enfermedad muy frecuente en tiempos de Chopin. No se conocía su causa ni existía tratamiento eficaz. En las autopsias se apreciaba la presencia de masas sólidas (tubérculos, de ahí el nombre de la enfermedad) en los pulmones, llegando a producir lesiones importantes con destrucción del tejido creando grandes cavidades conocidas como cavernas. Sobre su causa existían dos  versiones principales. En Francia y en la Europa central, se consideraba que la tuberculosis era una enfermedad hereditaria agravada por el hacinamiento, las malas condiciones de vida y la mala alimentación. En otros países, como España, se consideraba que la tuberculosis era una enfermedad contagiosa, infecciosa. Este criterio se basaba en estudios epidemiológicos ya que la causa real era desconocida. Según la versión francesa el tratamiento se basaría sobre todo en la dieta alimenticia y en la hidroterapia (balnearios). Según la versión española, el tratamiento se basaría fundamentalmente en el aislamiento de los enfermos y en la esterilización (más bien destrucción) de los objetos utilizados por ellos. En 1751 se había dictado una Ordenanza del rey Fernando VI de España con las normas para evitar el contagio.

No sería hasta 1882, muchos años después de muerto Chopin, cuando el médico y microbiólogo alemán Robert Koch descubre y aísla el bacilo tuberculoso que es la causa de la enfermedad. Por este trascendental descubrimiento, al Dr. Koch le fue otorgado el Premio Nobel en 1905. Ya se sabía la causa de la enfermedad pero no había tratamiento efectivo. Se recurría al aislamiento de los enfermos en sanatorios situados en las montañas donde el aire puro podía ser beneficioso. Con el progreso de la cirugía se extirpaban las zonas pulmonares afectadas. Pero hubo que esperar al descubrimiento de la estreptomicina en 1944 para disponer del primer tratamiento realmente efectivo. En 1947 se añadiría el ácido para amino salicílico (PAS), en 1967 el etambutol y, finalmente, en 1971 la rifampicina con lo que se completan, de momento, los medios para tratar la tuberculosis.

El Príncipe Radziwill

El programa del conservatorio consistía en tres años de técnica musical y contrapunto. Es la música de Bach, Mozart y Haydn y toda la música romántica la que más se estudia. Viaja a Alemania invitado por un amigo de su padre, el profesor Jarocki, para asistir a un congreso de ciencias naturales

RETRATO DE CHOPIN POR F. WINTERHALTER

organizado por el naturalista  Alexander von   Humboldt. Pero Chopin aprovecha para visitar al príncipe Antoni Radziwill a quien había conocido en Varsovia en un viaje del príncipe.  El príncipe era un aristócrata polaco casado con una princesa alemana y era en aquel momento el gobernador del Ducado de Posen. Este ducado era la parte de Polonia que se había anexionado Prusia. El príncipe Radziwill era algo más que un músico aficionado pues también era un buen compositor.  Este encuentro sería trascendental para Chopin pues el Radziwill se convirtió en su mecenas y costeó sus estudios, algo que la modesta familia del músico tal vez no hubiera podido hacer.

Primer Viaje a Viena

A sus 19 años de edad Chopin ya había impresionado al público de Varsovia como pianista e incipiente compositor. Era tiempo de ir a Viena que era la capital mundial de la música y viaja en julio de 1829. Viena le entusiasma por su magnífico ambiente musical. Los vieneses también quedan admirados por la excelente técnica de Chopin, muy delicada en comparación con la más enérgica a la que estaban acostumbrados en esta ciudad. Pero su estilo gusta mucho y es invitado a tocar en las salas más importantes. Su experiencia vienesa es extraordinaria y regresa a Varsovia en septiembre entusiasmado.

Segundo Viaje a Viena

En 1830 Chopin viaja de nuevo a Viena a donde llaga el 22 de noviembre. Nunca más volverá al país que le vio nacer. Ya es un pianista y compositor más maduro. Polonesas, mazurcas, valses y algún nocturno formaban parte de su repertorio como compositor . Incluso su célebre marcha fúnebre es anterior a este viaje. Sin embargo el ambiente de Viena era distinto, nada parecido al del primer viaje. Por un lado la música de Chopin era demasiado avanzada para los gustos tradicionales de los vieneses que no habían evolucionado demasiado. Pero además, en noviembre llagan a Viena las noticias de una insurrección en Varsovia contra la dominación rusa. Austria Hungría también era una potencia invasora por lo que todos los polacos, incluyendo Chopin, eran sospechosos y vigilados por la policía. La sociedad vienesa le rechaza. Nada era como en el primer viaje y Chopin decide irse. Tiene que resolver los problemas de su pasaporte ruso, pero finalmente abandona Viena el 20 de julio de 1831 con destino a París. El viaje a través de Alemania es lento pero finamente llega a París en septiembre.

Chopin en París.   

París era la capital cultural del mundo occidental. Ciudad liberal, estaba llena de emigrados huidos de los distintos países europeos con regímenes autoritarios. Muchos eran polacos con los que Chopin mantendría una buena relación. Algunos de sus mejores amigos serían compatriotas suyos. El ambiente musical y cultural en general rayaba a gran nivel. En el París musical reinaban Rossini y Mayerbeer. El director del Conservatorio era Cherubini. Con frecuencia aparecían por la ciudad otros músicos todavía no muy conocidos de la generación de Chopin.  Mendelssohn tenía 22 años, Schumann 21 como Chopin, Liszt 20, Verdi 17 y Wagner 18. En la literatura destacaba Víctor Hugo.

Chopin se adaptó fácilmente en París. Su prestigio como pianista fue en aumento y a los pocos años de su llegada su fama le abría todas las puertas. Todos los salones importantes se lo disputaban como invitado principal. Daba muchos conciertos en salas pequeñas de ambiente íntimo. Rechazaba las grandes salas de conciertos. Se dedicó a la enseñanza, actividad que le gustaba, con tantos alumnos que tuvieron que hacer turnos de espera. Su posición económica era boyante y se vestía en los mejores sastres de la ciudad. Fue considerado el hombre más elegante de París y estuvo de moda llevar guantes “a lo Chopin”.

La Enfermedad Comienza a Manifestarse

Con una agenda llena de actividades, con conciertos y veladas particulares comprometidas, en marzo de 1835 una epidemia de gripe asola París. Chopin contrae la gripe como tantos otros, pero se complica con una bronquitis y, por primera vez, la tos se acompaña de esputos sanguinolentos (hemoptisis). Su médico, el polaco Jan Matuszynski, le recomienda descansar y  tomar las aguas en el balneario de Enghien. Pero no quiere suspender sus compromisos musicales por lo que no atiende a las recomendaciones del médico. Pero en agosto si acude al balneario de Karlsbad donde coincide con sus padres a los que hacía mucho tiempo que no veía. En octubre, de visita en la ciudad alemana de Heidelberg, sufre una bronquitis muy severa que pone en peligro su vida. De hecho, corrió el rumor por Alemania de que Chopin había muerto.

Si volvemos la vista atrás y aceptamos el muy probable diagnóstico de que Chopin ya estaba contagiado de tuberculosis, el curso de la enfermedad era típico de un proceso que alternaba episodios leves con intervalos totalmente asintomáticos, seguidos de nuevo por nuevos episodios. Los intervalos asintomáticos cada vez serían más cortos y los episodios cada vez más graves. De hecho podemos aceptar que Chopin estuvo en remisión desde 1826 con un leve repunte en Viena en 1831 y, ahora, con un episodio grave. En octubre, ya repuesto, regresa a Paris pero todavía circula el rumor de su muerte, rumor que llega hasta su familia en Varsovia y que tiene que ser desmentido. Totalmente recuperado, al menos en apariencia, reanuda su vida social en París relacionándose con personajes de la talla de Chateaubriand, Henrich Heine, Lamartine, Víctor Hugo y los músicos Mayerbeer y Berlioz.

En octubre de 1836, en una reunión social, conoce a la escritora Aurore Dupin, más conocida como George Sand que era el seudónimo con el que firmaba sus obras. Comenzó así una relación que poco a poco les convertirían en amantes. Pero la mala salud de Chopin, que empeoraba gradualmente, convertiría a George Sand más en enfermera que en amante. En la primavera de 1837 tiene que guardar cama en varias ocasiones, por su estado de debilidad y la intensa tos. En julio viaja a Londres para cumplir con varios compromisos y el mal tiempo empeora su estado y los episodios de tos son casi constantes.

Pero de nuevo la salud de Chopin mejora y en octubre decide seguir a Sand a Mallorca, donde la escritora esperaba encontrar un buen clima para su hijo Maurice delicado de salud. George Sand se adelanta pero se reúnen en Perpignan y de allí viajan a Barcelona donde tomarán un barco que los llevaría a Palma de Mallorca. No fue fácil conseguir un alojamiento y después de probar varias pequeñas residencias deciden alojarse en  un antiguo monasterio cartujano exclaustrado, en Valldemosa, en el que se alquilaban las celdas de los monjes como habitaciones. El monasterio estaba situado en lo alto de una colina y solo se podía llegar a el a lomos de mulas por lo que el traslado fue penoso.  Al principio el clima fue bueno, como era de esperar, pero pronto entraron las lluvias y tormentas  y con ello el frío lo que afectó la salud de Chopin.  La comida les resultaba extraña y los lugareños les cobraban altos precios por los suministros por lo que llegaron a comprar una cabra para disponer de leche fresca.

Con el mal clima la salud de Chopin empeoró.  Bronquitis severa y mucha tos. Fue visto en consulta por tres médicos locales que examinaron al paciente y no tuvieron ninguna duda de que Chopin padecía de tuberculosis. Al músico no le agradó nada esta consulta pues no confiaba en los médicos españoles. En una carta a su amigo Fontana, Chopin describía la actuación de estos médicos con cierto humor. El primero, escribía, decía que estaba muerto, el segundo que me estaba muriendo y el tercero que me quedaba poco para morir. Como era preceptivo en España, donde la tuberculosis se consideraba una enfermedad infecciosa, el caso fue declarado a las autoridades sanitarias que obligaron, al final de su estancia en el monasterio, a encalar las habitaciones y a quemar todos los muebles.

A pesar de todo, en sus buenos ratos Chopin no dejaba de componer con ayuda de un piano Pleyel que le habían enviado desde Paris. Preludios, valses y mazurcas cobran vida. Pero cada vez estaba más débil a pesar de los cuidados de Sand que dedicaba todo su tiempo a cocinar lo que le sentaba mejor al músico, además de atender a sus propios hijos que habían venido con ella.

Como la situación es complicada entre la mala salud de Chopin (en un episodio febril tuvo alucinaciones con gran alarma de George Sand) y las incomodidades del alojamiento,  deciden marcharse.  El 11 de febrero de 1838, abandonan Valldemosa, donde habían pasado 56 días, marchan a Palma y embarcan hacia Barcelona. Durante la travesía sufrió un ataque de tos, con convulsiones y abundante expectoración con sangre. Desde Barcelona viajan a Marsella en otro barco. En Marsella fue examinado por el Dr. Cauviere, un reputado especialista, que no encontró signos de tuberculosis ni ningún tipo de enfermedad grave. Recomendó reposo con lo que poco a poco Chopin fue mejorando. Fue tratado con ventosas, dieta, baños y algunos medicamentos cuya naturaleza desconocemos. Se encuentra suficientemente bien para volver a la composición. Para continuar la recuperación se trasladan al pueblecito de Nohant, done George Sand tenía una vivienda heredada de su padre. Aquí fue examinado por el Dr. Papet, médico conocido y amigo de Sand, quien dictaminó que no había ninguna evidencia de tuberculosis, solo una infección crónica de la laringe. De nuevo se recomendó reposo y una dieta apropiada. Hemos de reseñar que en Francia el diagnóstico de tuberculosis solo se admitía si se demostraba la existencia de cavernas en los pulmones. En aquellos tiempos los medios diagnósticos se limitaban a un estetoscopio (fonendoscopio) que fue diseñado por el  Dr. Rene Laennec en 1816. La radiología, método mucho más preciso, no aparecería hasta 1895 cuando Wilhelm Roentgen descubre los rayos X. A finales de septiembre Chopin regresa a Paris.

Chopin continua en su estado de debilidad pero entra en otro periodo de remisión de su problema respiratorio. Pero en febrero de 1843 de nuevo aparecen los problemas pulmonares. Esta vez se pone bajo los cuidados de un médico homeópata, el Dr. Jacques Molin, que introduce variantes en el tratamiento. No tenemos información de cual era el diagnóstico sobre el que trabajaba Molin pero prescribe unas inhalaciones en días alternos con lo que la respiración mejora bastante. En octubre de nuevo tiene intensos episodios de tos, sobre todo por las noches, con esputos sanguinolentos. El Dr. Molin le administra un tratamiento homeopático cuya  composición desconocemos, con lo que mejora bastante en lo que a la tos se refiere. Pero su estado general sigue deteriorándose. En mayo de 1844 recibe la noticia de la muerte de su padre, seguramente de tuberculosis. El golpe moral es fuerte y no ayuda a su salud. Le visita el pintor Franz Winterhalter para hacerle un retrato pero la sesión ha de interrumpirse porque Chopin sufre un ataque de asma que le duró 4 horas. En este mismo mes de octubre ya tiene dificultad para caminar y necesita ayuda para subir escaleras y para entrar en su carruaje. De nuevo examinado por el Dr. Papet que no encentra ningún problema concreto y achaca las dificultades de Chopin a un problema neurótico, pero su estado general cada vez es peor. A pesar de todo sigue dando clases y sigue componiendo pero ya no da conciertos.

En el aspecto sentimental también hay cambios. La relación con George Sand poco a poco se va distanciando y a finales de 1846 se puede dar por finalizada. Es una ruptura amable y la buena relación personal se mantiene.

Revolución en Paris y Viaje a Londres   

El 22 de febrero de 1848 comienza un periodo revolucionario en Francia. El rey Louis Philippe es destronado y huye a Inglaterra. Muchos aristócratas también abandonan el país y Chopin pierde así a muchos de sus protectores y mecenas.  En abril él también decide alejarse de esa situación y, a pesar de su delicada salud, marcha a Londres. En esta ciudad se reencuentra con muchos de sus amigos, como el compositor Berlioz que también había huido de la revolución.  En la capital inglesa encuentra la tranquilidad y vuelve a dar numerosos conciertos con gran éxito y muy bien remunerados. Se encuentra tan a gusto que incluso piensa en establecerse definitivamente en esta ciudad. Pero el clima frío y lluvioso de Londres afecta a su salud. Necesita ser ayudado, cada vez más, para caminar y subir escaleras. Vuelve la tos y la hemoptisis. Es visitado por varios médicos ingleses, uno de ellos también homeópata y otro un médico de la Casa Real, y todos le recomiendan buscar un clima más benigno. En agosto regresa a Paris.

Los Últimos Días 

En Paris las cosas han cambiado. Su querido médico homeópata, el Dr. Molin, ha muerto para gran disgusto de Chopin que no se fía de otros facultativos. También la revolución ha fracasado y ha vuelto la calma. Louis Napoleón Bonaparte es elegido presidente de la República. Vuelven los exiliados y Chopin se encuentra, de nuevo, rodeado de su viejos amigos.  Pero la enfermedad avanza. Su amigo, el pintor Delacroix, le visita y le encuentra tan mal que se refiere a él como “mi pobre moribundo”. Chopin tiene cada vez más dificultad

FOTOGRAFIA DE CHOPIN EN EL ULTIMO AÑO DE SU VIDA

para respirar, tiene frecuentes episodios de tos con sangre y apenas sale de casa. Delacroix se marcha de vacaciones y dice a sus amistades que duda si Chopin estará vivo cuando regrese. A finales de junio las hemorragias son más frecuentes e intensas y se le hinchan los pies. Es visitado por el Dr. Baptiste Cruveillher, considerado uno de los mejores especialistas en tuberculosis de Francia, que dictamina que Chopin se encontraba en los estados finales de la enfermedad. Ya es definitivo el diagnóstico de tuberculosis pulmonar.

En agosto llega desde Varsovia su hermana Ludwika para atenderle y no se separará de él hasta su muerte. En octubre el Dr. Cruveillher le visita de nuevo y, ante lo desesperado de la situación, solo puede recomendarle que reciba los últimos sacramentos. Un sacerdote polaco, amigo suyo, le pide que se confiese pero parece que Chopin inicialmente se negó. Chopin era un católico cultural pero no practicante. Creía en un Dios pero no cumplía con los ritos de la iglesia católica. Parece que finalmente confesó y comulgó pero no hubo testigos y solo tenemos la palabra del sacerdote.

Durante su agonía estuvo rodeado de algunos amigos. Además de su hermana Ludwika, estuvieron Solange, hija de George Sand, con la que siempre tuvo una buena relación. También su gran amigo Thomas Albrecht que era el cónsul de Sajonia en Paris y su discípulo el pianista Gutmann. Dejó ciertas instrucciones para después de su muerte, como el que su corazón fuera extraído y enviado a Polonia (Chopin tenía un gran temor a ser enterrado vivo y con esta maniobra se aseguraba de que no sucedería). En su funeral debería interpretarse el  réquiem de Mozart. Hizo traer a su habitación un piano para interpretar música de Mozart y la suya propia para piano, pero la música tuvo que interrumpirse ante un intenso ataque de tos. A las dos de la madrugada del día 17 de octubre de 1849 Chopin fallecía. Su muerte fue certificada por el Dr. Cruveillher, presente en esos últimos momentos.

Y Después

A la mañana siguiente el escultor Auguste Clesinger  hizo una máscara mortuoria. En la máscara se reflejaba la deformidad del rostro de Chopin debido a los estragos de la enfermedad y las penalidades de la agonía, por lo que tuvo que repetirla mejorando los rasgos. El pintor polaco Pawel Kwiatkowski hizo su retrato también dulcificando las facciones. El propio Dr. Cruveillher realizó la autopsia en la que encontró un corazón muy dilatado que posiblemente fue la causa inmediata de la muerte. El informe completo de la autopsia se ha perdido. El corazón fue extraído, como fue el deseo de Chopin. El cuerpo fue llevado a la iglesia de Madeleine y su apartamento fue sellado por las autoridades.

Su hermana Ludwika se hizo cargo de todos los documentos y cartas de Chopin. En un pequeño cofre se encontró una gran cantidad de dinero, más que suficiente para sufragar los gastos del funeral y los pagos pendientes. Su hermana también se hizo cargo del corazón del músico para llevarlo a Varsovia.

El funeral tardó casi dos semanas en celebrarse. Se llevó a cabo el día 30 de octubre y fue preciso obtener la autorización del obispo para que las mujeres pudiesen cantar en la iglesia y así poder interpretar el réquiem de Mozart como último deseo de Chopin. Finalmente fue enterrado en el cementerio de Père-Lachaise donde también estaban enterrados Oscar Wilde y Marcel Proust.

El corazón de Chopin fue llevado a Varsovia por su hermana Ludwika en un jarro lleno de, supuestamente, coñac como preservante, método habitual en aquella época. En otros informes se menciona el formaldehido como medio de conservación. La pista de este corazón pasa por múltiples vicisitudes pero en 1945 es depositado en la cripta de la iglesia de la Santa Cruz de Varsovia.  En el año 2014 el corazón es examinado por los miembros de la Academia de Ciencias de Polonia y se observa una gran dilatación de la aurícula derecha, seguramente secundaria a una hipertensión pulmonar, y una pericarditis de origen tuberculoso.  La conclusión es que la enfermedad que sufrió Chopin durante casi toda su vida fue una tuberculosis pulmonar y la causa inmediata de su muerte fue un fallo cardiaco por una pericarditis de origen tuberculoso.

 

Para realizar este estudio nos hemos ayudado de los siguientes textos:

Franz Liszt.  Chopin. Colección Austral. Ed. Espasa Calpe. Madrid 1967.

Adam Zamoyski. Chopin, Prince of the Romantics. Ed. Harper Collins. London 2010.

Leopoldo Cortejoso. Tuberculosos Célebres. Editorial Mateu. Barcelona 1958.

Michael Witt y cols. A Closer Look at Frederic Chopin´s Cause of Death. The American  Journal of Medicine. Vol. 131, N.º 2, February 2018.

Philippe Charlier y cols. The Heart of Frederic Chopin.  The American Journal of Medicine. Vol. 131, N.º 4, April 2018.

 

     

 

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