FRANCISCO LARGO CABALLERO. ENFERMEDAD Y MUERTE DE UN HOMBRE Y DE UNA EPOCA

Francisco Largo Caballero nace en Madrid el 15 de octubre de 1869 en el seno de una familia humilde trabajadora. Su formación fue prácticamente autodidacta pues nunca tuvo la oportunidad de realizar estudios superiores. A pesar de todo llegó ser un personaje importante del sindicalismo y de la política española de la primera mitad del siglo XX. Fue militante del Partido Socialista desde 1890 hasta su muerte en 1946, Secretario General de UGT en 1918. Durante la dictadura de Primo de Rivera formo parte del Consejo de Estado y durante la Guerra Civil fue Presidente del Gobierno desde el mes de septiembre de 1936 hasta mayo de 1937 cuando fue relevado por Juan Negrin. Al finalizar la Guerra Civil con la derrota de la República, Largo Caballero marcha al exilio con su familia. Atraviesa la frontera de Francia por la Junquera el 29 de enero de 1939. Viviría los siete últimos años de su vida en el exilio. Murió en París el 23 de Marzo de 1946 a los 76 años de edad.

Nuestros lectores pueden encontrar en otro lugar los pormenores de la interesante andadura vital y política de Francisco Largo Caballero. Nosotros vamos a concentrarnos en sus problemas de salud porque los personajes públicos, como el resto de los humanos, sufren enfermedades que pueden condicionar sus actos y decisiones.

LA PRIMERA NOTICIA SOBRE SU SALUD

La primera noticia sobre su salud la encontramos en los Diarios de Manuel Azaña cuando este era el Presidente del Gobierno de la República Española. En la nota del 24 de diciembre de 1932 Azaña hace una mención sobre el estado de salud de Largo Caballero, en aquel momento Ministro de Trabajo de su gobierno. Largo y su esposa habían estado comiendo con Azaña y su mujer unos días antes. Largo Caballero está muy enfermo, padece aortitis pero él no lo sabe, escribe Azaña y añade: la mujer de Largo estuvo llorando con la mía por el estado de su marido. El mal estado de salud debía de ser conocido en los círculos políticos pues Alejandro Lerroux, presidente del Partido Radical y enemigo declarado del gobierno, se atrevió a decir refiriéndose al Ministro del Trabajo: este hombre es desagradable hasta con un pie en la sepultura.

El diagnóstico de aortitis hoy podría ser llamado de otra manera pues tenemos mejores métodos diagnósticos que en aquellos años pero podemos confiar en que se trataba de una patología cardíaca severa pues el nivel médico era alto con profesionales de la altura de los doctores Marañón, Jiménez

Díaz y Teófilo Hernando entre otros.

Es interesante que durante el tiempo que transcurrió hasta su salida al exilio, no se vuelve a hablar de su salud e incluso Largo Caballero llega a mencionar en varias ocasiones su buen estado de salud a pesar de su edad. Por algún motivo sus biógrafos no han considerado importante hablar de salud.

LA ENFERMEDAD EN EL EXILIO. EL PROBLEMA VASCULAR

Al finalizar la Guerra Civil Largo Caballero se afinca en París. Pero en junio de 1949, ante la inminente entrada del ejército alemán en París, Largo se traslada a la ciudad de Albi, situada en la zona francesa colaboracionsta con Alemania y gobernada por el mariscal Petain desde la ciudad de Vichy. A los pocos días de su llegada a Abi, Largo y su familia se trasladan al cercano pueblo de Trébas donde permanecerán hasta 1941. Es en este pueblo donde Largo Caballero sufre una caída accidental que le produce una fractura de clavícula y donde se menciona su problema vascular: un agravamiento de una lesión antigua en el pie derecho y ya crónica. Esta lesión fue diagnosticada como claudicación intermitente del pie derecho. Este informe confirma la existencia de un problema antiguo y ya conocido por Largo. El diagnóstico de claudicación intermitente se refiere a un problema vascular crónico, con obstrucción parcial de las arterias de la pierna que provoca dolor al caminar.

En enero de 1941 es trasladado pr las autoridades de Vichy primero a Crocq, en el departamento de La Creuse, y posteriormente Limoges a la espera de la resolución de una petición de extradición solicitada por el gobierno de Franco, solicitud que finalmente fue rechazada. Es trasladado y confinado entonces en un balneario prisión en Val-les-Bans donde recibió una atención médica adecuada. Aquí fue diagnosticado y tratado de un hipertensión arterial severa. En una carta a su amigo y correligionario Rodolfo Llopis le dice que sus arterias han envejecido más rápidamente que el resto de su cuerpo.

EN EL CAMPO DE CONCENTRACION

En febrero de 1943 es entregado a la Gestapo que le traslada al campo de concentración de Sachsenhausen cerca de Berlín, donde a causa de su estado de salud es confinado en la enfermería. Fue sometido a una serie de análisis y radiografías y, en palabras del propio Largo, le encontraron el corazón un poco cansado.

El 21 de abril de 1945, ante el avance de las tropas aliadas el ejército alemán se repliega y abandona el campo de concentración de Sachsenhausen, obligando a todos los reclusos, incluyendo a Largo, a trasladarse a pie a zonas controladas por los alemanes. Francisco Largo Caballero, aquejado de su severa claudicación intermitente, es incapaz de continuar caminando y en un momento dado decide parar y sentarse al borde de la carretera pues no puede seguir. Ante este inconveniente, un soldado alemán le dispara con intención de matarlo. El disparo no alcanza a Largo, que simula estar tocado y se desploma al lado del camino donde es abandonado. El propio Largo Caballero especuló más adelante si el soldado, ya desmoralizado en plena derrota, falló el tiro intencionadamente para no cargar su conciencia con un crimen. Con gran esfuerzo y en compañía de otros reclusos también rezagados, regresa al campo de concentración. El 24 de Abril de 1945 las avanzadillas polacas integradas en el ejército soviético, entran en el campo de Sachsenhausen y liberan a todos los prisioneros. Los rusos ofrecieron a Largo Caballero la posibilidad de trasladarse a Moscu pero Largo prefirió regresar al París liberado.

DE NUEVO EN PARIS. CADA VEZ MAS GRAVE. EL FINAL

En París el estado de salud se agrava. En enero de 1946, en una carta a Indalecio Prieto, compañero suyo en el Partido Socialista, dice sufrir dolores muy fuertes que le obligan a depender de la morfina. Le hicieron, dice en esta carta, un radiografía que le hizo sufrir mucho encontrando una inflamación del riñón derecho.

El 4 de febrero sufre otro dolor diagnosticado como cólico nefrítico. El día nueve es operado por el Dr. Leriche, un prestigioso especialista de París, que le extirpa el riñón derecho.

Largo Caballero ya no saldría del hospital. Su problema vascular de la pierna derecha se agrava produciendo una gangrena. El 14 de febrero es operado amputando le pierna derecha. No se recupera totalmente y es necesario administrarle calmantes con frecuencia. Finalmente fallece el día 23 de marzo de 1946.

Con Francisco Largo Caballero desaparece una época de la política y del sindicalismo español. En palabras de su amigo Rodolfo Llopis, fue el hombre más representativo de la clase obrera española de su época.

Para realizar este artículo nos hemos apoyado en las siguientes referencias:

Manuel Azaña. Diarios 1932 – 1933. Colección Crítica. Grijalbo Mondadori 1997.

Julio Aróstegui. Largo Caballero, El Tesón y la Quimera. Colección Debate. Random House Mondadori 2012.

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