Lucas, autor del tercer Evangelio sinóptico (los dos primeros son los de Marcos y Mateo) y de los Hechos de los Apóstoles, era médico de profesión. Nacido en Antioquía (Siria) no fue judío sino gentil. Compañero de San Pablo, le acompañó en todos sus viajes incluso a Roma donde parece que escribió su Evangelio.
Hombre de formación helenística escribió sus obras en griego. No hay que olvidar que aquella zona del mundo era parte del Imperio Romano de Oriente, cuyo idioma oficial era el griego, idioma que conocía toda la gente de cierta cultura. El idioma griego de Lucas es, desde el punto de vista literario, superior al de Marcos y Mateo.
No hay ninguna duda sobre la profesión de médico de Lucas. San Pablo, en su Epistola a los Colonenses le presenta así: este es Lucas, el médico amado. La tradición acepta que Lucas fue el médico de cabecera de San Pablo, que tenía una salud menos que buena. San Pablo padecía de episodios de accesos de temblor, que hay quien ha achacado a la malaria o incluso a la epilepsia. Pero estos diagnósticos se basan en argumentos poco sólidos. Pero lo que si parece cierto es que a San Pablo, con su mala salud, le convenía tener un médico a su lado.
La profesión de médico de Lucas impregna algunos de sus escritos, sobre todo Los Hechos de Los Apóstoles, con descripciones de conductas y enfermedades con un lenguaje que trasluce su saber de médico. Existen algunos estudios detallados sobre este punto, pero no es este el lugar para entrar en esa discusión.
Para escribir este artículo nos hemos basado, sobre todo, en estos textos:
Sagrada Biblia, Nacar Colunga, Bibliotca de Autores Cristianos, 1944.
Lucas y los inicios de la historiografía cristiana. Isidro Gomá. Historia y Vida, nº 70, enero 1974.
Guia de la Biblia. Isaac Asimov.Plaza y Janes 1968.
Cristianismos perdidos. B. D. Ehrman. Ares y Mares, 2009.