Ludwik Lejzer Zamenhof nació el 15 de diciembre de 1859 en Bialystok, población polaca que en aquellos años estaba situada en territorio del Imperio Ruso. Estudió la carrera de medicina en Moscú y Varsovia y posteriormente en Viena donde se especializó en oftalmología. Ejerció esta especialidad en Varsovia toda su vida. Murió en esta ciudad el 14 de abril de 1917.
La ciudad natal de Zamenhof, Bialystok, estaba habitada por polacos, judíos (la familia Zamenhof era de etnia judía) alemanes y rusos. Los idiomas que el joven Ludwik escuchaba y hablaba a diario eran el ruso, el polaco y el yiddish. Su padre era profesor de idiomas y Ludwik heredó su facilidad para los idiomas por lo que de adulto llegó a dominar el alemán, inglés, francés, latín, hebreo, griego y algo de español e italiano. Esta especie de Babel idiomático en el que se desarrolló Zamenhof le hizo pensar en la conveniencia de disponer de un idioma común que permitiese a todo el mundo comunicarse sin problemas. Al mismo tiempo que ejercía su profesión de oftalmólogo, dedicó tiempo y esfuerzo a la creación y divulgación de este nuevo lenguaje. Firmaba sus trabajos con el nombre de Doktor Esperanto (doctor esperanza) por lo que este idioma se llamaría Esperanto.
No fue el primer intento en crear un idioma universal. Le precedieron el solresol de Jean Sudre, el thimario del arquitecto Thiemer y el Volapuk del sacerdote alemán Johan Martin Schleyer. Nuestros lectores pueden encontrar en otros lugares información cumplida sobre estos idiomas que finalmente no han sobrevivido.
El Esperanto, en cambio, si se ha mantenido si bien no ha conseguido convertirse en lengua universal de uso habitual. Su gramática es lógica y sencillas basada en la mayoría de los idiomas europeos, el latín y el griego. Su vocabulario se compone de 1600 raíces y 160.000 palabras. Por medio de afijos de significado claro y bien establecido, un mismo radical puede convertirse en sustantivo, verbo o adverbio. Hoy en día es fácil encontrar gramáticas de Esperanto así como numerosas publicaciones. Solamente en España existen más de treinta grupos dedicados al cultivo y la difusión del Esperanto.
Para le realización de esta nota nos hemos ayudado preferentemente de:
Tomás Cabot. El Sueño de una Lengua Mundial-. Historia y Vida. Nº 163. Octubre 1981.