En este artículo no vamos a estudiar la carrera musical del compositor Robert Schumann. Nuestros lectores pueden encontrar esa información en otros textos. Aquí solo vamos a referirnos a la evolución de la enfermedad que le llevó a la locura y la muerte prematura.
QUIEN ERA ROBERT SCHUMANN
Robert Schumann nace en la pequeña ciudad de Zwickau, en el estado alemán de Sajonia, el 8 de junio de 1810. Su padre August, hijo de un pastor luterano, era un próspero comerciante, propietario de una librería y de una imprenta, impresor de periódicos y traductor. Hombre muy trabajador, con su negocio el Sr. August podía mantener a su familia sin problemas. Tenía 37 años cuando nació Robert. Su madre Johanna era hija de un cirujano y tenía un nivel cultural elevado. Tenía 42 años cuando nació Robert.
Schumann nació, por lo tanto, en una familia de clase media acomodada, sin ninguna relación ni tradición con la música. Tuvo una hermana y tres hermanos, todos mayores que él. La hermana Emilie, nació en 1796. Sus hermanos varones fueron Edward, nacido en 1799, Carl nacido en 1801 y Julius nacido en 1805. Queremos destacar que nadie en su familia, incluyendo sus antepasados, tenían ninguna tradición musical.
SU AFICION POR LA MUSICA
Johanna, la madre de Robert, aunque no tenía ninguna formación musical, cantaba con buen gusto y de oído algunas arias de ópera. Robert la acompañaba en ocasiones pero fue su padre, August, quien apreció en su hijo la entonación y el ritmo que señalaban algunas cualidades para la música. Por este motivo, cuando Robert tenía solo 7 años de edad, le envió a tomar clases de música y piano con el organista de la iglesia local, el Sr. Johann Gottfried Kuntsch. Kuntsch era un profesor muy rutinario con no demasiado talento pero que enseñó las primeras letras musicales a Robert.
Pero cuando tenía 8 años de edad, su madre le llevó a Karlsbad a escuchar un concierto del entonces célebre pianista Ignaz Moscheles. Robert quedó fascinado por este joven (apenas tenía 20 años) virtuoso y desde entonces se inclinó definitivamente por la música. Quería ser un pianista. Toda su vida conservó el programa de este concierto de Moscheles. No llegó a escuchar una sinfonía hasta que tuvo 17 años.
En parte por las lecciones de Kuntsch y en parte de forma autodidacta, Robert hizo grandes progresos. Cuando tenía diez años su padre, consciente de las aptitudes de su hijo, le compró un piano que trajo de Viena. Además le proporcionó un buen número de partituras que conseguía fácilmente a través de su librería.
PROBLEMAS EN LA FAMILIA
Robert Schumann tuvo una infancia feliz, según dejó escrito en uno de sus diarios. En la escuela fue un estudiante normal sin destacar en ningún sentido. Aprobó las asignaturas establecidas para su edad, el francés, latín y griego, sin grandes esfuerzos.
Su hermana Emilie sufría problemas mentales severos. En algunas referencias se la llega a describir somo deficiente mental. El hecho es que muere el 5 de octubre de 1825 pero las causas de su muerte no están claras. Su certificado de defunción menciona un ataque nervioso. En otros se dice que saltó por una ventana e incuso que murió ahogada. Todo apunta a un suicidio.
El 10 de agosto de 1826, su padre August muere, de forma súbita. El padre sufría de frecuentes episodios de depresión, pero no conocemos al causa exacta de su muerte. Robert solo tenía entonces 16 años y esta pérdida supuso un golpe moral y afectivo muy severo.
Los hermanos varones de Robert se hicieron cargo del negocio paterno. Pero Robert solo estaba interesado en la música y se desentendió del negocio familiar. Pero su padre, hombre previsor y que bien conocía a su hijo y su deseo de dedicarse a la música, dejó un pequeño capital para su educación, dinero que debía de ser administrado por un comerciante amigo suyo, Johann Rudel, hasta que Robert cumpliese los 21 años de edad.
LOS COMIENZOS EN LA MUSICA
La Madre de Robert no veía con buenos ojos su entusiasmo por la música. Quería para su hijo una profesión que le asegurase un medio de vida más estable y próspero. Para no disgustar a su madre, Robert acepta sus consejos y en 1828 acude a la Universidad de Heidelberg para estudiar la carrera de derecho. Parece que no fue un mal estudiante pero el estudio de las leyes no era lo suyo. Por eso dos años después decide abandonar la universidad y buscar una formación musical.
Su madre, finalmente, tuvo que aceptar la decisión de su hijo.
En 1830 se traslada a la ciudad de Leipzig para estudiar con el renombrado profesor de música Friedrich Wieck. No era fácil ser admitido como alumno por Wieck, más aun siendo ya bastante mayor, 20 años, para lo que era habitual en esa época, cuando lo normal era comenzar los estudios musicales en la infancia. Además Robert no tenía ninguna educación formal en la música, era prácticamente un autodidacta. Pero Wieck vio en Schumann un talento extraordinario y no dudó que podría hacer de él un verdadero virtuoso del piano. En contraste Wieck tenía una hija, Clara, de solo once años cuando Robert comenzó sus clases, que bajo la dirección de su padre era ya una consumada pianista capaz de dar conciertos en público. Una niña prodigio, los contrario que Schumann.
LOS PROBLEMAS EN SU MANO DERECHA
Bajo la dirección de Friedrich Wieck Schumann hizo grandes progresos y prometía como virtuoso del piano. No solo podía acometer las partituras mas complejas sino que, además, tenía una gran habilidad para la improvisación. Pero en 1831 empezó a tener problemas con los dedos índice y anular de su mano derecha. Se agarrotaban y perdían la flexibilidad necesaria para moverse por el teclado. No está claro cual fue la causa de este problema, algunos biógrafos lo han achacado a exceso de prácticas con el piano, especialmente con algún teclado demasiado duro que utilizó para sus ejercicios. Tanto Schumann como su maestro Wieck fueron conscientes de que este problema hacía difícil que Robert pudiese llegar a ser un virtuoso. Podría tocar bien el piano, pero no llegar a ser un gran interprete. Es en este momento y circunstancia cuando Schumann aceptó que su futuro no podía ser la interpretación por lo que decidió volcarse en la composición. Todavía no podía saberlo, pero esta decisión le había de llevar a ser uno de los grandes compositores de todos los tiempos.
LA SIFILIS
Aquí comienza la verdadera historia clínica de Schumann. En 1831 se contagia de una muy temida infección venérea, la sífilis. No parece haber duda sobre este diagnóstico, pues era una enfermedad bien conocida en aquel tiempo. Acudió a su amigo el Dr. Christian Glock, que apreció una úlcera en el pene, un chancro. El Dr. Glock le trató con alguna solución de limpieza local, pues no había ningún tratamiento específico en aquellos tiempos. Como es habitual en la evolución de esta enfermedad, en unas semanas el chancro había desaparecido. Podía pensase que le enfermedad se había curado y así lo pensó Schumann. Pasarían todavía algunos años hasta que la historia natural de la sífilis fuera completamente dilucidada pero si se sabía que algunos casos podían causar problemas cerebrales años después. Schumann lo intuía y toda su vida tuvo el temor de volverse loco. Pero estaba seguro de haberse curado. Años después se casaría y ni su esposa ni ninguno de sus siete hijos contrajo la sífilis.
LA VIDA SIGUE
Schumann sigue trabajando en sus incipientes obras como compositor. En 1833 completa una partitura para piano, Caprichos, escrita bajo el influjo se la obra del mismo nombre de Paganini. Pero ese mismo año Schumann sufre su primer episodio de depresión severa. En algunos textos se describe este episodio como brote neurótico o ataque nervioso. Es posible que fuese en parte causado por el disgusto de la muerte de su hermano Julius y de su cuñada Rosalie, le esposa de su hermano Carl. Robert tenía una excelente relación con su cuñada, a quien había dedicado una de sus primeras obras para piano, Papillon, partitura de 1829. Poco después sufre varios ataques de de pánico, con gran agitación e incluso algún desmayo. De nuevo confiesa su miedo a volver loco.
Schumann se repone totalmente y considera que este año de 1833 es el del comienzo de su verdadera carrera como compositor. Publica su Tocata, también para piano, pero también comienza a escribir música sinfónica e incluso lieder, que fueron muy bien recibidos y de los que llegó a escribir más de doscientos.
En busca de nueva inspiración para su música, Schumann se traslada a vivir a Viena en Octubre de 1838. Su estancia en esta ciudad no fue fácil. En su diario la palabra que más a aparece es melancolía. Además sufre de molestos ruidos en los oídos. Compone muchas partituras pero en esta situación es incapaz de terminarlas, lo que le preocupa pues no sabe por qué le ocurre, piensa que es su estado melancólico. Aun así escribe su concierto en D menor para piano y orquesta. Comprueba que su música no es apreciada en Viena por considerarla demasiado avanzada en una sociedad acostumbrada a Mozart y Beethoven. Schumann abandona Viena en Abril de 1839 y regresa a Leipzig.
SE CASA CON LA HIJA DE SU MAESTRO
El 12 de septiembre de 1840 se casa con Clara Wieck, con la oposición frontal del padre de la novia, su maestro Friedrich Wieck. La oposición del padre tenía su lógica pues Schumann, aunque iba siendo poco a poco conocido como un interesante compositor, no tenía un futuro económico estable. Además Clara era menor de edad. La pareja se casó un día antes de cumplir Clara
los 21 años tal vez par molestar a su padre. El padre tenía razón pues los problemas económicos de la pareja fueron constantes durante to su vida. Pero Clara iba a suponer un apoyo inestimable a lo largo de la vida y enfermedad del compositor. Un matrimonio que duraría 14 años en los cuales Clara tendría 10 embarazos, de los que sobrevivirían siete hijos. Con todo y eso, a lo largo de su matrimonio Clara no dejo de tocar numerosos conciertos de piano, muchos de ellos compuestos por su marido, lo que supuso una ayuda económica importante para la familia.
En 1842, el compositor Mendelssohn, gran amigo de Schumann, deja su plaza del director del conservatorio de Leipzig pero antes de marchar recomienda a Schumann para una plaza de composición y piano. Gran ayuda,incluso económica, para su carrera.
LA SALUD EMPEORA
1844 es un año clave. En lo musical empieza bien con una gira por Rusia con conciertos de piano de Clara con gran éxito. Llegó a tocar incluso para la Zarina. En Moscu Schumann sufre episodios de vértigo y mareos, poco intensos pero que no le abandonarían durante todo el viaje.
A su regreso se puso peor. Dolores de estómago, algo nuevo aunque Schumann padecía de estreñimiento habitual y hemorroides. Sus mareos continuaban,. Tristeza, melancolía, insomnio. En algunos casos la debilidad muscular le dificultaba caminar normalmente. De los datos que nos dan sus escritos, los de su mujer Clara y los de los médicos que le atendieron, podemos resumir sus dolencias en mareos, debilidad de las extremidades, reumatismo, problemas con la visión, estreñimiento, insomnio, problemas con el oído, dificultad para concentrarse en su trabajo y la consiguiente ansiedad que todo esto le producía. A falta de mejor diagnóstico, los médicos lo achacaban a congestión de la sangre, a falta de circulación en el cerebro. A pesar de todo, seguía componiendo aunque de forma intermitente. Sus problemas de oído le hacían fallar algunas notas. El miedo a morir le acompañaba constantemente. Era muy consciente de lo que le estaba ocurriendo.
Buscando tranquilidad, los Schumann dejan Leipzig y se trasladan Dresde. La salud mejora, siempre tuvo altibajos, y Robert compone con resultados positivos. En 1849 sus partituras, por primera vez en su vida, le dan mucho dinero.
En octubre de 1847 muere su gran amigo el compositor Mendelssohn a las 38 años de edad a causa de una hemorragia cerebral. Esta circunstancia afecta emocionalmente a Schumann que vuelve a la depresión. Pero sigue componiendo y muchos de sus amigos, como Listz y Brahms procuran ayudarle. Asi Listz dirige el estreno de su opera Fausto en 1849 y la opera Manfred en 1852. En 1848 el propio Listz realizó una transcripción para piano de de doce canciones de Schumann. En 1848 compone y publica mucha música de cámara y lieds, es un año productivo y feliz, en palabras del propio Schumann, a pesar de sus problemas de salud.
Nuevo golpe emocional: En 1849 muere su hermano Carl, el único que le quedaba. Pero sigue trabajando y estrena la opera Fausto. En noviembre de 1849 es nombrado director de la orquesta de Dusseldorf. No es una orquesta de primer nivel, pero con ella se estrena Schumann como director estable y puede dirigir sus propias obras. Ya mas experimentado como director viaja a Holanda y con la orquesta de Rotterdam estrena su sinfonía Renana. Aprovecha esta buena racha de salud para confeccionar el catálogo de sus obras. En Octubre de 1853 es retratado por el pintor J.B. Laurens quien aprecia, y así lo hizo notar porque le sorprendió, que la pupila izquierda de Schumann era más pequeña que la derecha.
EL COMIENZO DE LA LOCURA
Pero en febrero de 1854 vuelven los problemas. Tiene grandes molestias con sonidos en los oídos. Extrañamente todos los ruidos le suenan a música. Era como un magnífico sufrimiento, en sus propias palabras. Una noche se tiene que levantar a causa de los intensos sonidos en los oídos, la mente de Schumann empieza a desvariar, dice que el espíritu de Schubert, su idolatrado Schubert, le está dictando música. Pasa otra noche sin dormir, los ojos abiertos tumbado en la cama boca arriba, ve a unos ángeles cantando a su alrededor. Después estos ángeles se trasforman en demonios con una música horrible y le recuerdan que es un gran pecador y que va a ir al infierno. Paroxismos, gritos, tigres y hienas le persiguen. Apremiado por estas apariciones, se sumerge en la lectura de la Biblia a pesar de no ser persona inclinada a la religión. Educado como luterano, siempre se consideró religioso sin religión.
A los pocos días mejora, desaparecen las visiones aunque sigue con los ruidos en los oídos. Pero puede completar algunas composiciones que envía a su editor. Su esposa Clara, muy preocupada, pido a un amigo común, el Sr. Becker, que le visite y para su sorpresa le encuentra completamente normal.
Pero unos días después, ya a finales de febrero, en otra visita de Becker le confiesa que se le ha aparecido Franz Schubert en persona y le ha dado una partitura. Consciente a ratos de su situación, Schumann aleja de si cualquier instrumento cortante por miedo a causar daño su mujer durante uno de estos episodios.
CONSCIENTE DE SU PROBLEMA QUIERE IR AL PSIQUIATRICO
El sábado 25 de febrero, domingo, solo pensaba en la muerte. Empezó a despedirse y a dar instrucciones para cuando él no estuviera. Algunos temieron que fuese a suicidarse. Al día siguiente se vistió de calle, hizo la maleta y pidió que le llevaran al manicomio para poder curarse. En la maleta metió todo lo que pudiera hacerle falta: el reloj, dinero, papel pautado, pluma y cigarros. Tenía mucho miedo de hacer daño a su familia.
Clara llama al médico de la familia, el Dr. Boger. Ambos dudan de la conveniencia del manicomio. Supondría un golpe fatal para la reputación de Schumann y sería el final de su carrera como compositor. Además, los tratamientos disponibles en los psiquiátricos de aquel tiempo no llevarían a la curación. Deciden que es mejor dejarle en casa, con un cuidador a su lado día y noche. Clara dormiría en una habitación separada por precaución.
INTENTO DE SUICIDIO
El lunes parecía estar mejor. Incluso estuvo unas horas corrigiendo partituras. Pero en un momento e descuido de su cuidador, Schumann salió a la calle en medio de un aguacero intenso. Iba vestido con la bata y las zapatillas de estar por casa. Llegó hasta el puente sobre el rio Rin y saltó al agua. Por casualidad fue visto por unos barqueros que lo rescataron, no sin esfuerzo pues Schumann se resistía, quería liberarse de sus rescatadores para volver al río. Era evidente que fue un intento consciente de suicidio. Sus mismos rescatadores le llevaron a casa montado en un carro y seguido por una gran multitud. Schumann era na persona muy conocida y su gesto no pasó inadvertido.
Por precaución no dejaron que Clara le viera y se fue a casa de una amiga, Se hicieron arreglos para ingresarle en el psiquiátrico de Endenich a pocos kilómetros de Bonn. Schumann no puso ninguna resistencia, se vistió con cuidado y esmero y entró en el coche que le llevaría a su destino. Fue voluntariamente porque era su deseo. Era el día 4 de marzo de 1854
EN EL PSIQUIATRICO DE ENDENICH. LA SOLITARIA MUERTE DE UN GENIO
Se trataba de una institución privada, con capacidad para 30 asilados, gente de clase media y profesional. Su director era el Dr. Franz Richarz, un psiquiatra de gran reputación. Podemos decir que Robert Schumann fue ingresado en un centro con todos los medios disponibles de su época para el tratamiento de enfermos mentales. En esta institución Schumann pasaría los 28 últimos meses de su vida. En la exploración neurológica de ingreso, el Dr. Richarz nota que la pupila izquierda es muy pequeña
comparada con la derecha y no reacciona a la luz.
La mente y el cuerpo de Schumann se van deteriorando gradualmente. Al principio toca el piano que habíaen este centro, pero poco a poco desafina cada vez más. También puede dar algunos paseos por los alrededores, siempre acompañado por un cuidador. Pero la evolución es gradualmente a peor. Llega el momento es que es necesario aplicarle una camisa de fuerza a causa de su comportamiento a veces violento. El Dr. Richarz escribe sus síntomas: alucinaciones, agresividad, pérdida del habla, pérdida de control de funciones corporales. Es tratado con enemas frecuentes pues se consideraba que un buen vaciamiento intestinal mejoraba la función mental. El tratamiento se completaba con la solución arsenical de Fowler, hierro, cobre e ipecacuana.
No se permite a su esposa Clara visitarle hasta muy al final, tal vez para que tuviese la oportunidad de verle por última vez. No está claro que Schumann la reconociese aunque ella aseguró que si la conoció. Las únicas visitas que recibía fueron las de su amigo el compositor Brahms y la de su también amigo el violinista Joachim, que traían noticias del interior.
Finalmente perdió la capacidad de contener la saliva y babeaba constantemente. Asimismo perdió el control de los esfínteres. El pronostico era negativo y los médicos no creían que pudiese vivir mas de seis o siete meses. Pero de forma inesperada, el 29 de julio de 1856 Robert Schumann apareció muerto en su habitación.
Murió solo uno de los más grandes compositores de todos los tiempos. Contemporáneo de Mendelssohn, Chopin, Listz, Berlioz, Paganini y Brahms. Nos dejó mas de cien composiciones realizadas durante 28 años. Muchas partituras para el piano, mas de doscientos lieder, cuatro sinfonías, cuatro conciertos para piano, violonchelo, violín y trompas, música de cámara, oratorios, música coral y operas.
LAS CAUSAS DE SU ENFERMEDAD Y MUERTE
Mucho se ha escrito sobre la enfermedad y muerte de Schumann a los 46 años de edad, a veces con cierta ligereza. En primer lugar hay que tener en cuenta que en aquellos tempos no era raro morir a una edad joven para los criterios de nuestros días. Por no salir del mundo de la música, mencionaremos que Chopin muere a los 39 años de edad, Schubert a los 30, y Mendelssohn a los 38.
Tampoco podemos olvidar la historia familiar de Schumann. Su hermana Emilie que padecía algún tipo de trastorno mental se suicida antes de cumplir los 20 años. Su padre August, que sufría profundas depresiones, muere por causa no conocida a los 52 años. Los hermanos varones también mueren jóvenes por causas que tampoco conocemos. Así Edward muere a los 40, Julius a los 28 y Carl, el menor de todos, muere a los 49 años de edad.
La autopsia no es concluyente
La autopsia fue realizada a petición de su esposa, Clara Schumann. Fue llevada a cabo por el propio Dr. Richarz, el psiquiatra que le atendió, y el Dr Peters. Ninguno de los dos era un patólogo especialista en autopsias. El informe es poco específico y se centra en el cerebro que era el interés de Richarz que era psiquiatra. Menciona atrofia de partes de la corteza, que Richarz achaca
a lo que llama agotamiento mental. También menciona problemas vasculares en la base que podrían haber dañado el cerebro. Finalmente menciona en el estudio microscópico unos cambios en las células cerebrales que consideró compatibles con el diagnóstico de “parálisis general incompleta”. Hay que recordar que este diagnóstico de parálisis general fue la sospecha inicial de Richarz cuando Schumann ingresó en el psiquiátrico de Endenich. Diagnóstico achacado en aquel tiempo a la sífilis tardía como bien sabía Richarz. Pero la sífilis no se menciona en el informe final. Recordemos que la autopsia se realizó a petición de la esposa y posiblemente se suavizaron los términos para satisfacerla. La autopsia es muy incompleta, apenas se menciona el corazón (paredes finas) y los pulmones (algún infiltrado). Del resto de los órganos (hígado, riñones, etc) no se hace ninguna mención.
La sífilis como posibilidad
La posibilidad de que la demencia final fuese la consecuencia de la sífilis padecida en su juventud, ha sido considerada por algunos biógrafos. El diagnóstico realizado por el Dr. Richarz al ingresar Schumann en el psiquiátrico de Endenich, parálisis general, ya apunta en esa dirección. Era este un término que se utilizaba para describir las secuelas neurológicas achacadas a la sífilis tardía. No se conocía entonces la historia natural de esta enfermedad no tratada. Hoy la conocemos bien.
La infección inicial de la sífilis se manifiesta por la aparición de una lesión ulcerosa en el pene, lesión indolora y que desaparece espontáneamente aun sin tratamiento. Esto puede dar lugar a la impresión de que le enfermedad está curada pero en muchos casos no es así. A los pocos meses aparece la sífilis secundaria que se caracteriza por lesiones cutáneas tipo exantema que también desaparecen espontáneamente aun sin tratamiento. Finalmente, el 30 % de estos pacientes desarrollan la sífilis terciaria o neurosífilis (también hay una variante vascular que produce aneurismas de la aorta). La sífilis terciaria aparece a los 20 o 30 años después de la infección inicial que tal vez ya ni se recuerda.
Hay un hallazgo que apoya la posibilidad de la etiología sifilítica en este caso. Se trata de la pupila pequeña que no respondía a la luz, hallazgo que ya puso en conocimiento el pintor J.B. Laurens en 1853 y que de nuevo fue observada por el Dr. Richarz. Años después de la muerte de Schumann, el oftalmólogo de Edimburgo Douglas Argyll Robertson, en 1869, relaciona la pupila unilateral pequeña y sin respuesta la luz pero con acomodación normal, con la sífilis terciaria.
Los textos actuales nos detallan los síntomas de la sífilis cerebral: labilidad emocional con fases de agitación, aplanamiento afectivo, delirio, alucinaciones, deterioro del lenguaje, alteraciones motoras de las extremidades. Recuerdan mucho a los síntomas del compositor. Sin tratamiento (en tiempos de Robert Schumann no lo había) los pacientes mueren
a los pocos meses o años.
La conclusión es que lo más probable es que la demencia a la que llegó el compositor al final de sus días, fuese causada por una sífilis terciaria con afectación cerebral.
¿Y CLARA SCHUMANN?
Clara no se volvió a casar. Dedicó el resto de su vida a la música como concertista de piano, promocionando las partituras de su marido. Murió a los 76 años de edad. Su matrimonio había durado catorce años y sobrevivió al gran compositor mas decuarenta. Fue enterrada junto a él en el cementerio de Alter Friedhof cerca de Bonn..
Para realizar este articulo nos hemos ayudado de los siguientes textos:
John Worthen. Robert Schumann. Life and Death of a Musician. Yale University Press. New Haven and London, 2006.
Diego Gutierrez Gómez. El Dolor y la Locura en la Vida de Schumann. Historia y Vida. Nº 158, Mayo de 1981.
Jeffrey D. Klausner, Edward W. Hook. Enfermedades de Transmisión Sexual. Diagnóstico y Tratamiento. McGraw-Hill Interamericana, 2007.